Monday, June 08, 2009

Reseña de Indignación, de Philip Roth (Mondadori)

Carnicería en el campus
En el año 1951, el hijo de un esforzado y honroso carnicero kosher de New Jersey es el orgullo familiar: después de terminar la escuela y ayudar hasta el agotamiento desguazando reses, fregando tachos de grasa y revisando que los culos de gallinas muertas -sólo por desangramiento y sin daño en la cervical- huelan como deben, está por empezar la universidad, cosa que nadie en la familia había logrado. Dos de sus primos murieron combatiendo al nazismo y él quiere aprovechar su oportunidad académica sobre todo para evitar ser llamado a filas como soldado raso en la siguiente contienda bélica en que se embarcaron los Estados Unidos, la de Corea –otra carnicería. Pero resulta que, acaso por la paranoia de tiempos de guerra, su padre se torna insoportable, con un miedo constante y una preocupación insaciable sobre él, quien huye, pues, a una universidad en el lejano Ohio.
Allí, en la vida de “campus” durante la primera guerra de la posguerra, transcurre el grueso de la historia, contada desde una suerte de realismo con libertinajes. En las fraternidades, con decano de varones y de mujeres por separado, el sexo es peor que clandestino, el placer resulta inconveniente; y tan rígidamente reglada está la vida, bajo el terror atómico del mundo bipolar, que los espíritus libres resultan siniestros, y más aún frágiles. Con la incidencia de la historia social en la vida personal como marco problemático, es deliciosamente escalofriante ver la locura consecuente con la racionalidad nacionalista. La época hacía de sus individuos recursos estatales -morales, bélicos.
Así visto, el escenario de la novela en principio nada tiene que ver con los posibles intereses de un joven habitante de la Argentina actual, y sin embargo es justamente en el artificio donde puede producirse una fuerte verdad. La fineza y el poderío narrativo de Roth (acaso el autor estadounidense vivo más prestigioso después de Thomas Pynchon y J.D. Salinger, con cuyo Cazador oculto podría tal vez sintonizarse Indignación- logran que las pasiones puestas en movimiento en un campo ajeno resulten inmediatamente sensibles para el lector; la lectura es un viaje emocional en el tiempo y el espacio. Esfuerzo, romance y desazón: para tomarse un whisky al terminar.
Publicada en Rolling Stone, mayo 09